“LOS JÓVENES QUE AHORA ESTÁN TRABAJANDO DEBEN SENTIRSE ORGULLOSOS DE SER MUNICIPALES”
La partida de la colega Jenny Rojas, además de haber sido emotivamente particular y entretenida en su último día, llena de emoción por la maleta cargada de buenas energías, satisfacciones y plenitud que se lleva para este nuevo viaje después de la municipalidad.
¿Cuándo y cómo ingreso por primera vez a la familia municipal?
“Yo llegué el año 1999 en el periodo de don Pedro Araya yo estaba sin trabajo, cesante. Recuerdo que él me dijo venga el próximo mes y todas mis amistades me decían qué se va a acordar de ti. Fui en julio y me dijo usted se va a ir a trabajar a la biblioteca un par de día y llamó a don Ávalos que trabajaba con él".
"Estuve pocos meses allí y luego entré a Dideco (era coordinadora) cuando Dideco iba a terreno y todos juntos en un furgón chiquito, eran otros tiempos pero lo pasé muy bien allí, el ambiente era muy bonito éramos muy unidos”.
De Dideco al Primer Juzgado de Policía Local,¿cómo continuó su carrera municipal?
“Después don pedro me trasladó al Primer Juzgado y después llegué a Gabinete con la señora Karen y estuve parte de su primer y segundo periodo y ahora estoy en Secretaría. De esas 4 cuatro direcciones que estuve adquirí una linda experiencia porque en todas esas direcciones trabajé con público. A veces una orientación pequeña, algo que para ti no significaba mucho pero las personas se iban tan agradecidas entonces yo compruebo una vez más que nosotros nos debemos a la comunidad”.
¿Qué se siente al partir de la municipalidad y dejar atrás tantas vivencias y recuerdos?
“Yo me voy muy feliz y ¿sabes por qué? porque cumplí mi ciclo laboral y creo que lo cumplí bien, me voy con mucha satisfacción y me siento orgullosa de haber pertenecido a la familia municipal y me gustaría que todos los jóvenes que entren quieran al municipio, que trabajen con ahínco, que lleguen a la comunidad porque la gente llega desorientada y tú con ayuda simple ellos se van felices”.
Jenny Rojas, siempre estuvo en estrecho contacto con vecinos y su periodo por Gabinete fue uno donde más casos de personas que necesitan ayuda recibió, por lo que su cordialidad, preocupación y buen trato fue siempre una tónica especial en el cuarto piso . ¿Qué sentías cuando recibías casos complejos en su solución?
“A veces tu medio, tu familia, es muy diferente a la realidad que viven las otras personas y me afectó mucho porque en las audiencias pero lo que más me afectaba a mí eran las personas adultos mayores, desamparadas, los niños, es lo que más me daba tristezas porque la gente joven puede trabajar pero ¿el adulto mayor?, vi muchos casos que los hijos abandonaban a sus padres, muchas veces llegaban tristes porque sus hijos le hacían pedir préstamos al banco, les embargaban y quedaban sin casas ellos y llegaban acá y la alcaldesa de ese entonces, ¿qué podría hacer? entonces casos así recibí. Por ejemplo, también, niños abandonados que los criaban la abuelita y ¿de donde sacaba dinero?".
“QUE NO NOS SEA INDIFERENTE EL DOLOR AJENO”
¿Qué consejos dejarías a los colegas que al que tú también atienden muchas personas y realidades diariamente?
“Todos tenemos problemas, pero tú en el trabajo no los puedes traer porque qué culpa tiene los vecinos de tus problemas. Además, aquí tú te olvidas de los problemas, después cuando llegas a tu casa te acuerdas, porque si estás pendiente de tus problemas no puedes trabajar bien no puedes dar una buena respuesta".
"Deben estar orgullosos de ayudar a la comunidad, nosotros estamos para eso que no nos sea indiferente el dolor ajeno a veces hay personas que claro algunas se aprovechan, pero otras no (…) y entre nosotros mismos ayudarse, que no exista envidia, porque somos una familia. Es cierto que en todas las familias hay peleas y cosas así pero que exista más la unidad qué mejor llegar a tu trabajo que es mi segunda casa y sentirme cómoda, sentirme bien”.
Cuéntanos de tu paso por Dideco, ¿cómo se vivió esa experiencia?
“Comunitaria antes estaba en calle Orella con Ossa y después del 2000 nos cambiamos acá. Comunitaria era muy unido don Pedro siempre estaba en terreno. Me acuerdo que en verano a él le gustaba que todas las poblaciones formar ramas de básquetbol pero previo a eso contrataba entrenadores para que les enseñaran y después se hacía un campeonato (…) era un ambiente muy lindo".
"Antes no había camionetas como ahora y en esos tiempos a Don Pedro no le gustaba que los coordinadores estuvieran en oficina, entonces nos íbamos en furgones pequeños que le decían “pan de molde”, ahí íbamos los nueve entonces nos iban dejando por sectores (…) y mucha gente no está a las 08.30 levantadas entonces ahí teníamos que hacer hora hasta las 10 de la mañana si era verano el sol, si era invierno el frío pero igual la pasábamos bien. A veces nos encontrábamos con personas que nos trataban bien, y a veces que nos encontrábamos con personas que estaban tomando e iban recién a sus casas y nosotros escondiéndonos, pero felices”.
“SOY MAMÁ Y PAPÁ PARA MIS HIJAS”
Jenny es madre de tres hijas y nos compartió su experiencia de cómo fue ser mamá y funcionaria municipal, lo que no es fácil y particularmente para ella fue un capítulo de mucho esfuerzo y también valentía.
¿Cómo viviste esa época en la que tus hijas eran más pequeñas y a la vez tenías que cumplir con tus jornadas laborales?
“Mis hijas estaban estudiando, mi hija menor tendría como unos 7 años y tenía que ir al juzgado y mientras yo trabajaba ella pintaba (…) ahora hay más facilidades para las mujeres que son madres. En ese tiempo el director decidía las horas a cada persona no como ahora que son para todos iguales. Entonces la plata no alcanzaba para pagarle a una persona que las cuidara".
"La vida se pasa tan rápido yo salía corriendo a las reuniones y al otro día lo mismo (…) por eso uno debe saber vivir porque la vida es muy corta entonces tú tienes que para ser feliz la vida es muy simple hay cosas que tienen solución y otras que no. Yo soy mamá y papá para mis hijas, eso a ti te enorgullece porque supiste ser una buena madre y también una buena trabajadora”.
“PUEDES TENER 70 U 80 AÑOS Y SIEMPRE VAS A APRENDER”
¿Cómo se adaptaba a los cambios?
"En Dideco cuando entré íbamos a terreno, hacíamos informes, todos con lápiz … en los tribunales estaban las plantillas, aquí en gabinete atendía al público y aquí en secretaria me ha costado un poco pero don Roberto me ha ayudado mucho en lo tecnológico, pero uno debe ir avanzando no puedo decir “no, no entiendo” uno tiene que aprender nunca deja de aprender tú puedes tener 70 u 80 años y siempre vas a aprender. Hay un dicho que es muy cierto “el dolor es un maestro y la experiencia es la sabiduría”.
"Si a tÍ te cambian de dirección, excelente porque tú tienes nuevos aprendizajes y nuevas colegas, y cada vez te vas valorizando mucho más si yo aprendí en una dirección tal cosa ahora soy tan capaz de aprender en otra dirección uno nunca deja de aprender y te enorgullece como persona porque tú dices “lo hice bien en todas las direcciones que estuve”.
¿Cómo fue tu experiencia con tus jefaturas y cómo sientes que debe ser esta relación de funcionarios y jefes?
"Yo conocí a don Héctor Gómez cuando él comenzó a hacer su práctica, en ese entonces era secretaria del Colegio de Abogados y él llegó como un “pollito” para que tu veas lo que es la vida cuándo yo iba a pensar que él iba a ser mi director".
"Yo le tengo mucho cariño a todos mis directores, a mi jefe director que es don Roberto Castro que es una excelente persona porque eso es importante yo creo que un buen funcionario es cuando un director es buen director. Si tú tienes un buen trato con tu subalterno tú respondes bien porque la única forma que respondas bien es a través de tu trabajo con un buen desempeño laboral".
“LO ESENCIAL DE UN MUNICIPIO ES AYUDAR A LA COMUNIDAD, TENER EMPATÍA TANTO CON SUS COMPAÑEROS Y CON LA COMUNIDAD”
¿Qué mensaje dejaría a los funcionarios quedamos y las nuevas generaciones?
“Los jóvenes que ahora están trabajando deben sentirse orgullosos de ser municipales, de pertenecer a esta familia, es lindo porque además de enriquecerte como persona tú también tienes tú sueldo que es algo seguro y si manejas bien tu vida ves los frutos y ¿cuáles son mis frutos?, son mis hijas ellas están bien y yo también voy a tener una buena vejez gracias al municipio".
"Lo esencial de un municipio es ayudar a la comunidad, tener empatía tanto con sus compañeros y con la comunidad, que no se pierda el respeto, los valores, que la comunicación tanto con los directores como subalternos. Yo pienso que la Asemuch lo ha hecho bien, porque representa a todos los trabajadores y que escuche a los trabajadores y los defienda en el buen sentido de la palabra".
“ME VOY MUY FELIZ, CUMPLÍ MI CICLO, CREO QUE LO HICE BIEN”
¿Con qué emociones le dices adiós a la vida de funcionaria municipal?
“Yo me voy muy feliz, cumplí mi ciclo, creo que lo hice bien, veo a mis hijas yo ya les entregué las herramientas para que ellas sean unas buenas profesionales y buenas trabajadoras. Estoy muy agradecida del municipio, porque gracias al municipio yo eduqué a mis hijas".
"Me siento orgullosa de ser municipal (…) mi ciclo laboral se termina y comienza otra vida, yo tengo que disfrutar el resto de mi vida que me queda, disfrutar, viajar, ver las cosas simples de la naturaleza que a veces con la casa, el trabajo tú no te das el tiempo de mirar el mar, hacer un picnic a la orilla de la playa, hacer una caminata, pilate, tantas cosas diferentes. Todos los días le doy gracias a Dios porque me regala un día más”.