“LO IMPORTANTE ES QUE UNO ENTIENDA QUE EL TRABAJO ES UN PRIVILEGIO Y HAY QUE TRATAR DE HACERLO BIEN”
Quizás para muchos colegas, el mundo de los Juzgados de Policía Local, puede ser un tanto desconocidos, sin embargo, la interacción, el compañerismo de estos tribunales es transversal como cualquier otra dirección municipal, y por 20 años el líder del Primer J.P.L fue el magistrado, Roberto Miranda.
¿Cuándo ingresó a la Municipalidad?
“Yo trabajaba en la Universidad de Antofagasta como Secretario General y postulé al cargo de Juez de Policía Local, quedé en la terna y el día de 6 de agosto de 2004 vine a conversar con el señor alcalde Daniel Adaro y después de conversar con él recuerdo que llamó a su secretario y le dijo “te presentó al nuevo Juez del Juzgado de Policía Local, hágale el decreto”, yo quería que me hicieran el decreto a contar del primero de septiembre porque necesitaba entregar el cargo en la universidad y de hecho así lo hice. De ahí han pasado 20 años exactos porque me voy el primero de septiembre de 2024”.
¿Cómo fue este cambio en su vida y qué pensaba de este importante nuevo cargo?
“Bueno llegué aquí, el juzgado había tenido acéfalo el cargo durante un buen tiempo, tuve que llamar al personal para conocerlo y a medida que fui conociéndolo nos dimos cuenta que había unos trámites que se estaban haciendo de más, que eran innecesarios para poder simplificar el trabajo de una manera más efectiva. De hecho, ordené archivar muchas cosas que estaban en tramitación innecesariamente”.
¿En cuanto al equipo, cómo se fue dando la relación?
“Desde un comienzo tuve muy buena aceptación de mucha gente, recuerdo a la señora Blanca Castro, hoy retirada también, ella manejaba prácticamente el juzgado como Oficial Primero y ella era la persona que más sabía, la más ponderada de todos, ella me manejaba el personal que era fundamental. Después llegó el actual secretario del juzgado don Guillermo Valderrama, hemos tenido reemplazo del personal que se va por antigüedad más algunos que otros que pedí el traslado porque no se adecuaban a las necesidades del juzgado".
Me imagino que no fue fácil tomar esa decisión de solicitud de traslado y por las razones que usted menciona.
“Afortunadamente sólo una vez tuve que ir a defender esta postura ante el Concejo de la municipalidad porque hay que hacerlo, fue muy desagradable porque en definitiva pusieron en cuestionamiento mi trabajo y no del personal que yo estaba poniendo a disposición. Bueno, una experiencia amarga pero a la vez más beneficiosa porque se logró mejorar nuevamente el ambiente del personal y que hasta ahora se ha mantenido muy bien. He logrado tener algunos nuevos funcionarios y se han ido adecuando a las labores del juzgado”.
¿Cómo es el día a día de un juzgado?
“El juzgado como todos los tribunales de la ciudad tienen un trabajo que si bien no es complicado es muy intenso porque es mucha la cantidad, más aún cuando ahora tenemos el problema de la ley por incumplimiento de las votaciones del Servel que está afectando enormemente al primero y tercer juzgado y luego aquí. Son demasiadas, son 40 mil denuncias cuando en definitiva nosotros tramitamos en un año 14 mil y se necesita más personal porque no se puede absorber con el personal que hay (…)".
"Con los alcaldes y directivos de otras unidades hay una muy buena relación con quienes estamos más vinculados es con Tránsito y la Dirección de Obras pero en general sin problemas”.
"UNO LLEVA AQUÍ TANTOS AÑOS Y PASA MÁS CON ELLOS QUE CON LA FAMILIA INCLUSO"
La estructura organizacional de un Juzgado de Policía Local es distinta a cualquier otra dirección municipal, ¿cómo se dirige u organiza al personal en un juzgado?
"El jefe del personal es el secretario sin prejuicio de que uno tiene la autoridad mayor. Se están preocupando de las capacitaciones que es muy importante porque acá lo más importante es que la gente sepa manejar un computador, que sepa redactar y que tenga buena ortografía lo demás lo pone uno porque el resto es derecho y ellos poco a poco van aprendiendo el procedimiento".
¿Qué le manifestó su equipo cuando les contó que ya llegaba a su retiro y qué se siente decir adiós a 20 años como magistrado de un Juzgado de Policía Local de la municipalidad?
“Para ellos fue un golpe fuerte el hecho que yo decidiera irme de un día para otro porque me avisaron de que había salido el decreto publicado en el Diario Oficial y sabía que al mes siguiente tenía que irme así que inmediatamente tomé mis vacaciones y no he vuelto más, entonces más de algún llorisqueo hubo (…) uno lleva aquí tantos años y uno pasa más con ellos que con la familia incluso, el cambio es bueno pero es doloroso (...) internamente con el personal uno tiene vinculación permanente y aquí la mayoría son mujeres, 18 y 3 hombres”.
¿Cuáles son sus planes para después?
“Por edad me quedó en casa pero es probable que siga con trabajos de estudios de título, redacción de escrituras, de testamentos, ese tipo de cosas que no son de orden judicial”.
¿Qué mensaje nos deja a todos los funcionarios municipales?
"Yo siempre he dicho que hay que valorar que se tiene trabajo primero que nada, tenemos un trabajo más que privilegiado, yo siempre he criticado el exceso de estabilidad porque a veces deja que la gente se despreocupe y sabe que no lo van a echar nunca pero lo importante es que uno entienda que el trabajo es un privilegio y hay que tratar de hacerlo bien".
"Aquí es bastante más relajado que en el mundo particular porque allí se comete un error y puede perder el trabajo inmediatamente aquí los errores no se pagan, en la administración pública es difícil”.