“LA MUNICIPALIDAD HA SIDO COMO MI SEGUNDA CASA”
Esta entrevista fue realizada el jueves 08 de agosto de 2024, mismo día que nuestro querido colega Guillermo Núñez Veas dejaba 47 años de su vida dedicados a la municipalidad.
Ese día, se veía contento y a la vez un tanto nervioso, no era fácil dejar tantos años de trabajo, experiencias y anécdotas, que por cierto tiene bastante, en las nueve direcciones municipales donde desempeñó sus labores como funcionario municipal.
¿Cuándo y cómo ingresó a la municipalidad?
“Yo llegué con el empleo mínimo, venía saliendo de sexto de humanidades no tenía ni idea de cómo escribir a máquina (sonríe con su risa característica) y me acuerdo que estaba de aniversario la municipalidad. Llegué a Adquisiciones y estábamos haciendo unas rosas para un carro alegórico porque así celebrábamos antes el Día del Funcionario Municipal (…) después me mandaron a Bienestar, después pasé a Personal y después a Secretaria de Alcaldía”.
El colega recuerda que era una “época álgida” como lo describe en el ámbito político, fue parte del gobierno comunal de alcaldes como Felix Gajardo, Hugo Vieyra, Dragomir Goic, entre otros. ¿Qué recuerdos o anécdotas nos puede contar de esa época que no debió haber sido fácil para un gobierno comunal?
“Yo tengo la suerte de decir que sin ser jefe estuve en distintos cargos, yo fui el primer administrador del Teatro Municipal. Cuando lo inauguraron la segunda vez vino el general Pinochet y una anécdota que me pasó es que me encargaron comprar un lápiz de oro y lo que más me encargaron que apenas terminara de firmar yo pescara el lápiz y lo guardara, no sé cuánta plata costó, lo primero que se perdió fue el lápiz (se ríe)”.
Es difícil contener la seriedad con Guillermo Núñez con su risa contagiosa. Parece que nos quiere contar más anécdotas de ese momento…
“El alcalde en ese tiempo tenía un grupo de personas de confianza y andábamos elegantes con ternos buenos porque no teníamos uniforme. Éramos un grupo que cosa que nos pedía el alcalde respondíamos entonces cuando se inauguró el teatro municipal a Pinochet le hicieron un palco especial. En ese instante estábamos desde temprano haciéndonos cargo y el alcalde me dice “Guillermo, perrito tú que quedas a cargo de acá y que no entre nadie a excepción del intendente o el gobernador “
"Después llega el general y la parte de arriba del teatro estaba lleno de militares con ametralladoras hace tres días, y llega el general con la señora y el intendente sale a atenderlo, y la esposa del intendente queda así media perdida yo me acerqué y le dije “la acompaño”, “por favor” me dijo, y del brazo la subí y la fui a dejar al lugar".
"El lunes, cuando llegué me decían “oye perrito tení que ir a la Alcaldía porque el alcalde está enojado” y sacaba cuenta “¿qué cagada me mandé?” (se ríe) y la secretaria del alcalde me dice el alcalde no te quiere ver, yo ya tenía el corazón arriba. Y el alcalde me dice “perro Núñez ¿qué hiciste con el Presidente de la República?” y me pasa una invitación entonces me dice “estás invitado a tomar desayuno mañana con el intendente y su esposa”. Así que el otro día bien elegantito me fui a la intendencia, fui yo nomás ni el alcalde, así que tomamos desayuno con galletitas, chocolate".
Por su risa al contarme esto parece que la historia no termina allí, ¿qué pasó después?
"Cuando llegué a la municipalidad todos estaban esperando y en el segundo piso todos estaban mirando (en aquel entonces la municipalidad estaba ubicada en la Casa de la Cultura de calle Latorre), y yo venía empoderado (jajaja) y el alcalde me dice “¿cómo te fue perrito?”, “bien le dije, dice el señor intendente que tengo que irme una semana con permiso pero nada de vacaciones que este era un permiso especial” y eso se me ocurrió a mí si no me había dicho nada, y me fui po jajajajaja" (ríe a carcajadas).
Crédito al colega Nelson Sepúlveda Aros.
“ÉRAMOS MUY UNIDOS, NOS CUIDÁBAMOS ENTRE TODOS”
¿Cómo eran las relaciones de compañerismo de antes?
“La Municipalidad en sí éramos uno, la pasábamos bien éramos muy unidos, nos cuidábamos entre todos. (…) había mucha amistad, mucho cariño, nos respetábamos no había cuchillos por la espalda. Nosotros nos juntábamos un grupo en calle Latorre, salíamos a las 17.00 o a las 18.00 horas nos íbamos a la esquina de Latorre con Prat y nos juntábamos todos y nos poníamos a conversar hasta las 9 contando anécdotas, chistes el diario vivir el punto de reunión era ahí”.
Conocido por su pasión al fútbol este colega sí que lo disfrutó….
“En Dirección de Obras participé mucho por la pelota don Juan Gálvez era el jefe del equipo y hacíamos una cantidad de actividades deportivas y la pasábamos súper bien era agradable venir a trabajar”.
"TENGO UN HISTORIAL GRANDE, LO BUENO ES BAILABA DONDE ME PUSIERAN"
En su paso por la municipalidad también trabajó en la Dirección de Tránsito y Transportes Público, específicamente en el Departamento de Permisos de Circulación….
“Nosotros en ese tiempo no teníamos horas extraordinarias, bono ni nada y nos quedábamos a trabajar hasta tardísimo (…) Teníamos un grupo que trabajamos en Permiso de Circulación todo el mes de marzo, sábado y domingo, y los últimos días trabajábamos hasta las 2 o 3 de la mañana como en ese tiempo no había sistema computacional y en el estadio municipal se armaban las filas los últimos días (…) pero el ambiente era buenísimo, todos nos ayudábamos por años nos caía en la semana santa y teníamos que ir hasta que un alcalde dijo que no (…) pero había mucho cariño, amor y respeto por las jefaturas”.
La trayectoria del “perro Núñez” como le gustaba que lo apodaran es muy particular hasta de administrador del ex matadero municipal se desempeñó, ¿qué se siente haber cumplido una carrera funcionaria con tantas facetas?
“Yo estuve a cargo de la piscina olímpica cuando era municipal antes de pasarla a Digeder, era el asistente social cuando la municipalidad tenía el matadero, fui inspector del Mercado Municipal, de la Vega, del Terminal Pesquero y de la Feria Modelo".
"Estuve a cargo del Estadio Regional me gustaba porque soy deportista y pelotero estaba como chancho en el barro ahí. La pasé bien, pero también mucha responsabilidad a veces a las 05 de la mañana me llamaba la alcaldesa (refiriéndose a la ex alcaldesa Karen Rojo) y me decía “Guillermo pasa esto, por favor necesito que esté acá”. Uno no le hacía resquemor al trabajo si me citaban a 2 de la mañana a esa hora estaba (…)".
¿Cómo se siente después de haber experimentado tantas facetas en su trayectoria como funcionario municipal?
“Estoy con sentimientos encontrados que no sé cómo describirlo, mi último periodo pudo haber sido más bonito pero no lo fue, pero lo demás viví muchas cosas bonitas, tuve muchas responsabilidades que las tomé con mucha seriedad y cariño. Tengo un historial grande lo bueno es que bailaba donde me pusieran me interiorizaba y me metía en el asunto”.
“GRACIAS A LA MUNICIPALIDAD ADQUIRÍ UNA MUJER EXTRAORDINARIA”
En la municipalidad conoció el amor de su vida que ya cumplió 35 años de matrimonio, ¿Cómo nació el romance con Verito?
“La municipalidad ha sido como mi segunda casa porque gracias a la municipalidad adquirí una mujer extraordinaria, me dio una pequeña estabilidad económica que ahora podemos disfrutar más y dos hijos que pudimos educarlos".
"Estaba trabajando en Renta y con Carlos Gaytán nos fuimos a Tránsito y ahí estaba ella, ahí nos conocíamos aunque ella no me podía no ver (se ríe). Ahora voy a esperar que Vero también salga para no estar tan sólo (se ríe), uno como pareja se va complementando”.
¿Qué significa la municipalidad para usted?
“Me dio medio muchas satisfacciones muchas más de las humillaciones que también pasé pero yo soy de tomar las cosas buenas de la vida y las malas dejarlas a un lado. Entonces no me voy con odio ni rencor, mi fin de ser no es confrontacional al contrario ser amistoso (…) tuve una gran cantidad de amigos muchos están en el cielo como el “Pelao” Munizaga, la Paloma, la Cecilia”.